¿Por que nos quieren llevar a una Tercera Guerra Mundial?

Desde hace meses, varios pronosticadores vienen advirtiendo de dos grandes cataclismos:

  • un colapso económico

  • el estallido de una guerra mundial

Paul Craig Roberts


Por ejemplo, Paul Craig Roberts (ex-secretario adjunto del Tesoro durante la presidencia de Reagan y ex-editor del Wall Street Journal), cree que la acumulación de hostilidades entre los EE.UU. y Rusia solo indican una cosa:

“la guerra está llegando”.


David Stockman


Del mismo modo, David Stockman, jefe de la Oficina de Administración y Presupuesto durante la era Reagan, también lleva publicando diversos artículos advirtiendo que la disputa entre los EE.UU. y Rusia lleva a una Guerra Mundial.


Gerald Celente


El pronosticador de tendencias Gerald Celente, que lleva realizando predicciones financieras y geopolíticas precisas desde hace décadas, también nos dice que la 3ª guerra mundial comenzará pronto.


Martin Armstrong


El gestor de fondos de inversión Martin Armstrong, que desarrolló su propio sistema matemático de previsión y con él ha trazado de forma precisa los “ciclos de guerra” desde el año 600 antes de Cristo, prevé el estallido de grandes conflictos entre ahora y el año 2020.

Armstrong ha escrito recientemente artículos titulados: “¿Por qué vamos a ir a la guerra con Rusia”, y otro diciendo: “Prepárese para la Tercera Guerra Mundial”.


Larry Edelson


El asesor de inversiones Larry Edelson, que ha estudiado durante mucho tiempo los “ciclos de guerra”, escribió recientemente:

“Este año también será golpeado por otro aumento gradual de los ciclos de guerra. Todo forma parte del incremento de los ciclos de guerra, que se extenderán, por lo menos, hasta el año 2020”


Charles Nenner


El ex-analista técnico Goldman Sachs, Charles Nenner, que ha realizado algunas grandes predicciones precisas y que entres sus clientes cuenta con grandes fondos de cobertura, bancos, casas de bolsa y multimillonarios, advierte de que habrá “una gran guerra”, que hará caer el índice Dow Jones hasta los 5000 puntos (actualmente está en torno a los 17000 puntos).


James Dines


El veterano asesor de inversiones James Dines, también pronostica una guerra tan grande y trascendental como las anteriores Guerras Mundiales, comenzando en Oriente Medio.

Como vemos, son bastantes los economistas, analistas y “expertos” que nos advierten del estallido de una gran guerra.

Pero, ¿por qué el mundo camina tan decididamente hacia la guerra? Las posibles causas, son motivo de discusión…

Se discuten algunas causas a continuación.


DEUDA, COLAPSO ECONÓMICO Y DISTRACCIÓN

Martin Armstrong, que estudia los ciclos económicos e históricos y que llegó a gestionar fondos de inversión soberanos por valor de varios miles de millones de dólares (antes de que le encerraran en la cárcel para apoderarse de su método secreto de previsión económica), sostiene que los planes de guerra contra Siria, en realidad están relacionados con el nivel de deuda y el gasto:

“El lío sirio parece tener a un montón de gente haciendo cola en el Capitolio, cuando en la calle, la gente clama por no emprender ninguna acción bélica.

Pero los políticos están ignorando a la gente por completo. Esto sugiere que de hecho existe una agenda secreta para lograr algún tipo de objetivo que está fuera del alcance de la opinión pública.

El gran problema es la deuda y una guerra es necesaria para aliviar la presión para reducir el gasto”




Armstrong sostiene que esto fue lo que causó que Turquía derribara el avión de combate ruso sobre Siria:

“Detrás de lo sucedido está la Administración Obama y pretender que Turquía tenía derecho a defender su espacio aéreo al no ser atacado, es simplemente demasiado.

Toda esta gente necesitan una guerra para distraernos a todos, puesto que la crisis de deuda soberana está causando el colapso de los gobiernos, en un sistema en el que hay un endeudamiento que crece año tras año y nadie tiene la más mínima intención de pagar sus deudas“.

La misma lógica se aplica a Europa y otros países.

Así es como lo ve Armstrong:

“Nuestro mayor problema es que los burócratas quieren una guerra.

Esto va a distraer a la población de los abusos de control de la NSA y de hecho justificará lo que han estado haciendo. Ellos necesitan una distracción para el declive económico que se avecina”.

El multimillonario administrador de fondos de cobertura Kyle Bass señala:


Kyle Bass


“Billones de dólares de deudas se reestructurarán y millones de ahorradores financieramente prudentes perderán grandes porcentajes de su poder adquisitivo real.

Una vez más, el mundo no se acabará, pero el tejido social de los países derrochadores será sometido a gran tensión y en algunos casos se desgarrará.

Lamentablemente, cuando miramos atrás y repasamos la historia económica, con demasiada frecuencia lo que vemos es que la guerra es la manifestación lógica de la entropía económica.

La guerra es una consecuencia inevitable de la actual situación económica mundial”.

El multimillonario inversor Jim Rogers señala:


Jim Rogers


“A continuación de los rescates económicos en Europa, puede desatarse una nueva guerra mundial.

Añadiendo más deuda, la situación sólo empeorará, y finalmente, todo se derrumbará. Entonces todo el mundo estará buscando chivos expiatorios. Los políticos culparán a los extranjeros, y nos meteremos de lleno en otra Guerra Mundial”.

El economista y gestor de inversiones Marc Faber dice que el gobierno estadounidense iniciará nuevas guerras en respuesta a la crisis económica:


Marc Faber


“Lo siguiente que el gobierno va a hacer para distraer la atención de las personas en malas condiciones económicas, será empezar una guerra en alguna parte.”

“Cuando la economía mundial no se recupera, por lo general la gente va a la guerra”




UN PUÑADO DE GENTE HACE UN GRAN NEGOCIO CON LA GUERRA

La guerra es muy buena para un puñado de contratistas de defensa y banqueros que ganan enormes sumas respaldando guerras innecesarias.

EE.UU. en la actualidad es una oligarquía.

Y un funcionario de la administración Bush de alto nivel, el coronel Lawrence Wilkerson, dijo en su momento que esta oligarquía controla todas las decisiones sobre la guerra en los EE.UU.




Así que estas personas que hacen grandes negocios con la guerra, empujarán al gobierno de EE.UU. a meterse en una. Por si esto fuera poco, hay muchos economistas y opinadores influyentes que tienen la firme creencia de que la guerra es buena para la economía.

Por lo tanto, muchos están empujando abiertamente para el inicio de una guerra bajo el punto de vista erróneo de que ello ayudará a la economía en última instancia.




LA CAÍDA DEL IMPERIO

Una cosa en la que están generalmente de acuerdo los historiadores, es que cuando el poder de los imperios empieza a menguar, tienden a atacar a sus crecientes rivales…

Por lo tanto, el riesgo de una guerra mundial va en aumento debido a que los EE.UU. se siente amenazado por el creciente impulso de China. El gobierno de Estados Unidos considera que la rivalidad económica es una base suficiente para iniciar una guerra.

Por lo tanto, los EE.UU. están utilizando de forma sistemática a los militares para contener la creciente influencia económica de China.


LA COMPETENCIA POR LOS RECURSOS SE AGRAVA

Además, es bien conocido que la competencia por los recursos que escasean, a menudo conduce a la guerra.

Por ejemplo, el Oxford University’s Quarterly Journal of Economics, señala:

“En su obra clásica, ‘Un Estudio de la Guerra’, Wright (1942), dedica un capítulo entero a la relación entre la guerra y los recursos.

Otra referencia clásica, ‘Statistics of Deadly Quarrels’, de Richardson (1960), analiza exhaustivamente las causas económicas de la guerra, incluyendo el control de ‘las fuentes de materias primas esenciales’.”

“La historia está llena de ejemplos de ello. Por ejemplo, en la Guerra del Pacífico (1879-1884), Chile luchó contra una alianza defensiva de Bolivia y Perú, por el control de los depósitos minerales del guano (es decir, caca de pájaro).

La guerra se precipitó por el aumento en el valor de los depósitos debido a su amplio uso en la agricultura”




Westing (1986) sostiene que muchas de las guerras durante el siglo XX tenían una importante relación con la falta de recursos.

Como ejemplos cita la Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962), la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra del Chaco (1932 a 1935). Más recientemente, la invasión de Saddam Hussein de Kuwait en 1990 fue el resultado de la disputa sobre el campo petrolero de Rumaila”.

“En Resource Wars (2001), Klare sostiene que tras el fin de la Guerra Fría, el control de valiosos recursos naturales se ha convertido en cada vez más importante, y que estos recursos se convertirán en una motivación principal para las guerras en el futuro”.

El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan (y muchos líderes mundiales) admitieron que la guerra de Irak fue principalmente por el petróleo, y el ex-secretario del Tesoro, Paul O’Neill, dice que Bushplaneó la guerra de Irak antes del 9/11.

Y como sabemos, Libia, Siria, Irán y Rusia son países productores de petróleo, también…




De hecho, hemos documentado ampliamente que las guerras en Oriente Medio y África del Norte son en gran parte por el control del petróleo y el gas. Las guerras en Siria e Irak son sobre oleoductos. La guerra en Gaza no es una excepción. Y el asunto de Ucrania tiene mucho que ver con el gas.

James Quinn y Charles Hugh Smith sostienen que nos estamos quedando sin todo este tipo de recursos… lo que conducirá a la guerra.


BANCOS CENTRALES Y GUERRA DE DIVISAS

En la actualidad, estamos en medio de una guerra mundial de divisas, es decir, una situación en la que todos los países compiten por devaluar sus monedas, la mayoría con el fin de impulsar las exportaciones.

La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, dijo en 2010:

“La última vez que hubo una serie de devaluaciones competitivas… eso terminó en la segunda guerra mundial”.

Jim Rickards está de acuerdo:


Jim Rickards

“Las guerras de divisas conducen a guerras comerciales, que a menudo conducen a guerras completas”.

Y el multimillonario inversor Jim Rogers, opina de forma similar:

“Las guerras comerciales siempre conducen a guerras completas”.

Teniendo en cuenta que Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (el BRICS) se han unido para crear un banco de 100.000 millones de dólares en China, y que cada vez más intercambios comerciales se realizan en Yuanes o Rublos en lugar de dólares, podemos concluir que la guerra de divisas se está calentando rápidamente.

De hecho, muchos de los aliados más cercanos de Estados Unidos se están uniendo a los esfuerzos de China, que está desafiando a EE.UU. y a la hegemonía del dólar.

El inversor multimillonario Hugo Salinas Price dice:


Hugo Salinas Price

“¿Qué pasó con la Libia de Gadafi? Muchos especulan que la verdadera razón de su derrocamiento fue que estaba planeando una moneda única para todos los africanos, como el Euro en Europa.

Lo mismo que le ocurrió a él, le sucedió a Saddam Hussein, porque los EE.UU. no quiere que ninguna moneda sólida pueda aparecer por ahí y competir con el dólar.

Gaddafi estaba hablando de un dinar de oro”.

El editor de la CNBC John Carney señaló, en referencia a la creación de un banco central por parte de los rebeldes libios que:

“Es la primera vez que un grupo revolucionario crea un banco central, mientras todavía está en medio de la lucha contra el poder político establecido que trata de derrocar.

Ciertamente parece indicar lo extraordinariamente poderosos que los banqueros centrales son en nuestra era.




Esta iniciativa por crear un banco central revela claramente que las potencias extranjeras tienen una fuerte influencia sobre los rebeldes.

Esto sugiere que no son solo un puñado de gentuza rebelde corriendo arriba y abajo, sino que tras ellos hay algunas influencias bastante sofisticadas”.

De hecho, todas las guerras recientes parecen haber sido provocadas para conseguir que todos los países entren en el redil de la banca central occidental.


DESIGUALDAD CRECIENTE

Paul Tudor Jones, fundador de la Corporación de Inversiones Tudor y del Grupo Tudor, afirmó recientemente que:


Paul Tudor Jones


“Esta brecha entre el 1% de los más ricos y el resto de la población norteamericana, y entre los EE.UU. y el resto del mundo, no puede continuar por mucho tiempo.

Históricamente, este tipo de brechas se cierran en una de tres maneras: con una revolución, subiendo impuestos o con una guerra”.

Bien, pues en estos momentos, existen muchos indicios que apuntan a la tercera opción…

***


NOTA DEL ROBOT

Evidentemente, este artículo deja muchas cosas en el tintero, pues está centrado exclusivamente en la relación entre la debacle económica global y el estado de pre-guerra que parece que vivimos.

No obstante, es fácil intuir que muchas de las cosas que estamos viendo en la llamada “guerra mundial contra el terrorismo” y la anulación de las libertades (incluida la libertad de manifestación como ocurre en Francia, algo inaudito), tienen que ver con un posible colapso económico.

Si se produjera dicho colapso, los gobiernos dispondrían del chivo expiatorio perfecto al que echarle todas las culpas: el terrorismo.

Y además, la restricción de nuestras libertades provocada por la “lucha anti-terrorista”, (sobretodo la de opinión, reunión y protesta), les vendrán de perlas para reprimir las previsibles protestas populares y anti-gubernamentales que seguirían a un posible colapso económico.

Para un posible enfrentamiento militar directo entre potencias, aún quedan algunos capítulos intermedios, sobretodo en forma de falsa bandera de gran magnitud…

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