Accionar

“Yo he decidido accionar y por ello pago un costo, aquel que nos cobra el sistema por atrevernos a accionar, pero el norte está fijado, la pertenencia grabada, la seguridad y certeza firmada con el fuego del Dragón, así que nada hay que temer, pues vamos por el camino correcto, el camino del que sabe que la acción ejecutada es la correcta para regresar a casa.”

 

Accionar

 

Una de las cosas más difíciles para los humanos, es poder accionar. Todos piensan que accionan y la mayoría no hace absolutamente nada, pues su consciencia artificial inventa un escenario para hacerle creer a la personalidad virtual que está accionando, cuando verdaderamente no está haciendo más que pensar que acciona. Hoy intentaremos dilucidar los entre telones de las energías del accionar y su reflejo, que arma el escenario perfecto para engañar a nuestra mente y satisfacer los deseos del ego.

Comencemos como siempre con lo más simple, la definición de accionar de la RAE.
Accionar.(De acción).
1. tr. Poner en funcionamiento un mecanismo o parte de él, dar movimiento.
2. intr. Hacer movimientos y gestos para dar a entender algo, o acompañar con ellos la palabra hablada o el canto, para hacer más viva la expresión de los pensamientos, deseos o afectos.
Veamos entonces Acción:
Acción.(Del lat. actĭo, -ōnis).

1. f. Ejercicio de la posibilidad de hacer.
2. f. Resultado de hacer.
3. f. Efecto que causa un agente sobre algo. La acción de la erosión sobre las piedras
4. f. En el orador, el cantante y el actor, conjunto de actitudes, movimientos y gestos que acompañan la elocución o el canto.
5. f. En las obras narrativas, dramáticas y cinematográficas, sucesión de acontecimientos y peripecias que constituyen su argumento.
6. f. combate (‖ acción bélica o pelea).
7. f. Der. En sentido procesal, derecho a acudir a un juez o tribunal recabando de él la tutela de un derecho o de un interés.
8. f. Der. Facultad derivada de un derecho subjetivo para hacer valer en juicio el contenido de aquel. Acción reivindicatoria, de nulidad
9. f. Der. Cada una de las partes alícuotas en que se divide el capital de una sociedad anónima.
10. f. Der. Título o anotación contable que acredita y representa el valor de cada una de aquellas partes.
11. f. Fís. Magnitud que se define como producto de la energía absorbida durante un proceso por su duración.
12. f. Pint. Actitud o postura del modelo natural para dibujarlo o pintarlo.
13. f. ant. acta.
~ de condena.
1. f. Der. La que se ejercita ante un juez o un tribunal pretendiendo que se imponga al demandado una obligación de hacer o de no hacer.
~ de gracias.
1. f. Expresión o manifestación pública de agradecimiento normalmente dirigida a la divinidad.
~ de guerra.
1. f. En una guerra, intervención de alguna importancia.
~ de presencia.
1. f. Quím. p. us. catálisis.
~ directa.
1. f. Empleo de la fuerza, en forma de atentados, huelgas, sabotajes, etc., con que un grupo social intenta obtener las ventajas que desea.
~ pauliana.
1. f. Der. La que la ley confiere al acreedor para impugnar los actos que el deudor realice en fraude de su derecho.
~ popular, o ~ pública.
1. f. Der. Posibilidad que tiene cualquier persona para promover un proceso aunque no tenga una relación personal con el objeto del mismo. Es característica de algunos procesos contencioso-administrativos.
buena ~.1. f. Obra que se hace en beneficio del prójimo.
mala ~.1. f. Obra que se hace en perjuicio del prójimo.
acción.
1. interj. U., en la filmación de películas, para advertir a actores y técnicos que en aquel momento comienza una toma.
ganar a alguien la ~.
1. loc. verb. Anticiparse a sus intentos, impidiéndole realizarlos.
de ~.
1. loc. adj. Dicho especialmente de una película o de otra obra de ficción: Que cuenta con un argumento abundante en acontecimientos, normalmente violentos, que se suceden con gran rapidez.
Como pueden ver la RAE se ocupa de ocultar más que de aclarar, pues es tan amplio el uso de la palabra acción, que pierde todo real significado y su energía se diluye en un sinfín de arquetipos que las runas de los patrones básicos guardan en su interior, logrando de esta manera que no tengamos nunca presente su verdadero significado y energía.

A estas alturas de nuestra expansión de la esfera de consciencia ya sabemos que nuestra programación de paradigmas y arquetipos tiene su base en las runas de los patrones básicos, y que estos son los encargados de dirigir el inconsciente para que éste maneje al consciente mediante los dictámenes del subconsciente.

Una runa es un espacio de grabación comparable a un pits. En un disco compacto la información se graba en la superficie del mismo en forma de minúsculas elevaciones o pits, cuyas dimensiones son las siguientes: 0.5 micras de ancho, 0.11 micras de alto y un largo de entre 0.83 y 3.5 micras, estos valores disminuyen notoriamente según el medio digital que se utilice sea de mayor capacidad. Las runas graban la información arquetípica en triadas y digamos que el tamaño de los pits de las runas es infinitamente menor que los de un CD. Tengan en cuenta que estoy llevando a la materia, algo que pertenece a la energía, y que esta analogía es por lo tanto inexacta e incompleta.

La runa correspondiente a la acción está compuesta por tres pits que son: responsabilidad, coherencia y determinación. Cada uno de estos tres pits que componen la runa, a su vez está compuestos por otra triada de pits, y estas por otra y así hasta llegar al origen primogénito de la runa en cuestión, en este caso la correspondiente a la acción. El origen primogénito es la energía primaria que grabó dicha runa por primera vez en los patrones básicos.

Si seguimos la cadena de triadas de pits de la acción hasta su origen, que no desarrollaré ahora por su complejidad, llegamos a que su energía primaria es, aunque parezca contradictorio, la inseguridad. El supraconsciente graba estando aún en el útero materno, la runa de la acción con la energía de inseguridad de su madre, producto de los temores con los que día a día nos bombardean.

De esta manera el accionar es interpretado por la runa como inseguridad y el inconsciente frena la acción y la remplaza con algo seguro que la consciencia artificial interprete como acción, en este caso puede ser la reacción del ego o la ejecución de la personalidad virtual, haciéndonos creer que accionamos cuando realmente no estamos haciendo nada más que reaccionar o ejecutar algo ya programado. Como ejemplo de esto último tenemos al Dragón, que vino a ejecutar una acción ya efectuada, por eso es imposible que negocie su accionar, pues ya fue desarrollada con anterioridad la acción que ahora ejecuta.

Nosotros, creamos las condiciones, escenificamos un teatro de operaciones seguro y propicio para reaccionar o ejecutar, pero no podemos accionar mientras nuestro ego sea dirigido por la consciencia artificial y no por la consciencia del Ser o nuestro espíritu que la representa. Cuando ejecutamos sin antes haber accionado, sólo estamos reflejando una reacción.

Si no tenemos “responsabilidad” de nuestros actos, “coherencia” entre pensamiento palabra y obra, y “determinación” de nuestro espíritu para llevarlo a cabo, la acción siempre estará disfrazada de reacción que es la energía de la seguridad del ego.

En estos tiempos que estamos transitando, donde los acontecimientos se aceleran a pasos agigantados, donde la cuenta regresiva ya comenzó, es preciso y me arriesgo a decir que imprescindible accionar, salir de la escenificación del ego y posicionarse en el terreno de la acción consciente de nuestro Ser, y accionar no es criticar, opinar, hablar, discutir, protestar, y todo lo que comúnmente se hace y se entiende por accionar, accionar es ejecutar con inteligencia un mandato interior de nuestro Ser, es fijarse un norte y mantenerlo, es no doblegarse ante el primer obstáculo que se nos cruza o presión que se nos imponga, es manifestar la pertenencia, proyectar el espíritu, manifestar la anarquía del Ser pero siempre desde la consciencia y la consideración.

Nos negaron el accionar, nos regrabaron runas para mantener la inacción de la inseguridad original, nos arrebataron el alma con miles de artilugios para que sólo unos pocos accionen y nos mantengan oprimidos, dormidos, idiotizados a más no poder.

Yo he decidido accionar y por ello pago un costo, aquel que nos cobra el sistema por atrevernos a accionar, pero el norte está fijado, la pertenencia grabada, la seguridad y certeza firmada con el fuego del Dragón, así que nada hay que temer, pues vamos por el camino correcto, el camino del que sabe que la acción ejecutada es la correcta para regresar a casa.

 

http://detrasdeloaparente.blogspot.com.ar/2014/10/accionar.html

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