Wotan, el dios de los germanos


wotan

 

Wotan (Odín), el antiguo Dios de los germanos, el dios de los vientos y el señor de las batallas, el creador del arte poético, el dios de los muertos y el dios que exigía víctimas humanas. Wotan es el perturbador que provoca una pelea y como despliega un efecto mágico aquí y allí. Los cristianos convirtieron a este dios en demonio, que luego solo brilló como un cazador espectral con un séquito de caza en el que figuran los lobos Geri y Freki.

Richard Wagner, el gran y acaso el único ídolo verdadero de Hitler, ya había ahondado en el túmulo sepulcral de Wotan cuando

Brunhilda, hija de Wotan

Brunhilda, hija de Wotan

lo convirtió en la figura central de su obra cumbre: El anillo de los nibelungos. En esta Tetralogía, Wotan es un dios con debilidades humanas que con su lanza baja al mundo y camina de incógnito entre los hombres. Utiliza a las Valquirias, sus hijas, para la defensa violenta de su orden y castillo. Entre ellas destaca Brunhilda, su favorita, ella reúne las mejores virtudes de su padre.

Las Valquirias son vírgenes a caballo que recogen a los mejores héroes muertos en combates y batallas, formando luego el mejor ejercito de valientes para defensa del Valhala.

Wotan está casado con la diosa Fricka y ambos forman un extraño matrimonio de dioses que siguen un modelo burgués. En una de sus aventuras extramatrimoniales, y bajo la apariencia de un lobo, Wotan procreó en una mujer a los gemelos Siegmund y Siglinde.


Muerta esa madre, los hermanos son separados y Siglinde es poseída por Hunding, un personaje de aspecto brutal. Mientras Siegmund durante años camina solo, errante por oscuros bosques como un perseguido. El azar hace que los gemelos se encuentren de nuevo e ignorando que son hermanos nace entre ellos un apasionado amor.

Este amor incestuoso y adúltero hace que Fricka, resentida con Wotan, insista se haga cumplir la dura ley para el crimen del adulterio y el incesto.

Fue tan grande la impresión que le produjo esta obra a Hitler, que marchó con un amigo en total silencio por las calles nocturnas en dirección al bosque, en la montaña. Una vez llegados allí le tomo le tomó una mano entre las suyas y comenzó a hablar como en trance, con una voz que no le pertenecía, admirado él mismo al escucharse. Se refería a Alemania, a los germanos y a lo que él haría por ese pueblo: una revolución total. Y esto lo declaraba un muchacho austríaco de no más de dieciséis años, un completo desconocido. Muchos años después el Führer recordaba: “Sí, jamás lo he olvidado; porque ahí comenzó todo…”.

En las leyendas nórdicas y centroeuropeas que han surgido de las religiones paganas, cuentan que el mundo había sido creado por el dios Wotan quien residía en Asgard, el hogar de los dioses. La leyenda dice que Wotan se sacrificó durante nueve días y nueve noches colgándose de un árbol, Ygdrasil, situación durante la cual alcanzó la iluminación e inventó las runas. Wotan es simultáneamente un dios amable y bueno pero también cruel, ya que representa la naturaleza humana.

 

thor

Thor, hijo de Wotan

Este dios todopoderoso ha creado el Valhala, que es un paraíso destinado para los soldados caídos en la batalla. Estos héroes eran transportados hacia el Valhala por Valquirias, seres mitológicos femeninos, algunas de ellas hijas de Wotan, que los asistían y les otorgarían la redención para que puedan regresar con victoria.

Los héroes montados en caballos vuelan hacia una especie de lugar iluminado que está más allá de las nubes, mientras que en tierra hay dos mujeres que toman en sus brazos a hombres que yacen luego de una batalla.

A este mito de los héroes, las hadas salvadoras y el paraíso de redención como el Valhala, recurrieron los nazis, claro está, acuñando su propia versión de la leyenda, para fundamentar su ideología en pilares de la tradición europea, tomando un paralelismo entre el dios todopoderoso, que redimía a sus soldados y los honraba con gloria, y el Führer.

Wotan experimentó un singular renacimiento en el Tercer Reich. En plena efervescencia de su juventud, unos muchachos rubios sacrificaban a Wotan animales implorándoles su resurrección. Puede ser que el componente salvaje, impulsivo y arcaico que encarna Wotan y que fue reprimido durante siglos volviera a manifestarse en Hitler con todo el lastre que va unido a una resurrección semejante.

 

http://31416feenelcaos.wordpress.com/2011/05/11/wotan-el-dios-de-los-nibelungos/


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