Los Annunakis y el origen del hombre

A continuación os dejo un fragmento de un artículo escrito por Michael Sokolov hace un par de años. Desconozco hasta que punto son ciertos todos los detalles que aquí se comentan, pero lo que sí tengo claro, es que el contenido principal del mismo es mucho más coherente que las explicaciones “oficiales” que hemos recibido acerca del origen del hombre.
¿Por qué pienso así? Muy sencillo, cuando te encuentras con vestigios arqueológicos que la teoría oficialista (vamos a llamar así a lo que nos enseñan en el “cole”) no puede explicar de ninguna de las maneras, la solución no es ignorarlos y esconderlos bajo la alfombra, que es realmente lo que se ha hecho con tantas y tantas pruebas que se han encontrado a lo largo y ancho del mundo, lo lógico es plantear de forma seria la validez de las teorías vigentes. Eso sería lo lógico…si realmente hubiera interés porque la sociedad conociera la verdad sobre nuestros orígenes, pero de momento el interés es precisamente el contrario, por ahora no toca, quizás algún día no muy lejano…
Nos han vendido una falsa realidad, diseñada hasta el más minimo detalle e impuesta por decreto en las escuelas, y claro, cuando ves lo que hay por ahí y tienes la osadia de pensar por ti mismo, ves que no cuadra, no señor, da igual que nos lo hayan hecho estudiar durante años, sencillamente, no cuadra.
Por eso, cuando te pones a leer a aquellas teorias que nunca encontraras en los libros de texto de los colegios y ves que SI encajan con los restos que aparecen constantemente de muchas civilizaciones antiguas, que son coherentes, que tienen un sentido aunque choque radicalmente con lo que te han enseñado, entonces es cuando en tu cabeza “se lia parda”…

Os dejo el artículo, en él encontraréis una teoría para muchos nueva sobre el origen del hombre, para mí merece mucho más que el beneficio de la duda y os anticipo que de entrada cuesta. Está basada en la traducción por Zecharia Sitchin de unas tablillas de arcilla de unos 6000 años de antigüedad que fueron encontradas en Nínive en el siglo XIX. En ellas se habla del origen del hombre y sorprendentemente hablan del Eden, de Adan y Eva y de todos los planetas del sistema solar…¿como puede ser esto? ¿como conocían hace miles de años planetas que descubrimos hace solo unas décadas?…bueno, estas son el tipo de preguntas que mientras la teoria oficial no me sepa responder seguiré oponiendome a ella y os puedo asegurar que preguntas como estas hay cientos.

Esas tablillas cuentan la historia de como un pueblo, los anunnakis, vinieron a la tierra e intervinieron genéticamente en la evolución del homínido que encontraron llevándolos hasta la versión del ser humano que conocemos, sencillamente fueron el “eslabon perdido” que la ciencia oficial aun no ha sido capaz de explicar…

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Para comenzar, me gustaría aclararles que hace cuatro mil años, no habría habido necesidad de escribir todo esto, ya que si hubiéramos vivido en este tiempo nos lo habrían enseñado en las escuelas, pero 4,000 años de campaña de desinformación dirigida y poderosa han pasado su factura, y me tomará algún esfuerzo poner en claro algunos elementos esenciales para usted.

Las gentes antiguas no tenían dioses, en el sentido acostumbrado de esta palabra. Por ejemplo, considere el Cercano Oriente antiguo. A lo largo de los dos milenios que preceden el nacimiento de Cristo, esta área fue dominada políticamente por dos reinos poderosos: Asiria y Babilonia. El idioma hablado a lo largo del área era el Acadio. Sin embargo, las nociones populares de esas personas sobre los dioses y la religión son erróneas.
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Estas nociones incorrectas simplemente provienen de un error en la traducción de una palabra Acadia. El Acadio de las lápidas cuneiformes habla extensivamente sobre asuntos de los ilu. La palabra “el ilu” normalmente ha sido traducida erróneamente como “los dioses”, y esto es lo que da lugar a las nociones populares sobre la religión del Cercano Oriente Antiguo.

La hipótesis entera de que el Cercano Oriente antiguo tenía restos de su religión apoyándose en una falsa traducción, y ésa es la interpretación de “los ilu” como “los dioses.” Si este apoyo demuestra ser falso, como les mostraré a continuación, la hipótesis entera de la religión del Cercano Oriente Antiguo se derrumba y debe desecharse.

La premisa que “los ilu” significa “los dioses” simplemente es falsa, porque esto no es lo que la palabra en Acadio antiguo significa. Su significado literal en Acadio es “los tipos altos.” Este significado literal es aceptado por los lingüistas principales, y sin embargo continúan aseverando que, aunque el significado literal de la palabra sea “los tipos altos”, lo que los Acadios, los Assyrios y los babilonios realmente quisieron decir era “los dioses.”

¿Por qué tal insistencia, me pregunto?¿En qué evidencia se basa esta demanda?
Toda la evidencia apunta al hecho que el significado literal de “los ilu” es “los tipos altos” , y que es era, de hecho, el significado intencional. Los ilu eran los seres claramente antropomórficos muy más altos que los humanos ordinarios. En cada pintura donde se muestran ilu lado a lado con personas ordinarias, el ilu es muy más alto. Tomando evidencia antigua y alguna evidencia moderna para ser discutida, he estimado la altura del ilu como de 4.5 m o de 14 a 15 pies

cabezas

– ¿Pero quienes eran estos ilu?, ¿Cómo es que existieron tales personas?, ¿eran miembros de un rama evolutiva ahora extinta de las especies humanas, el supuesto Homo Gigantus?, ¿eran producto de aberraciones genéticas?, ¿habían en antigüedad plantas que producían naturalmente potentes hormonas de crecimiento para crear tales gigantes?

El problema con todas las hipótesis anteriores es que ninguna de ellas explica de que manera influenciaron los supuestos productos de mutación o el efecto extremo de la hormona de crecimiento para que se llegase a pensar en ellos como dioses. Claramente los ilu deben de haber tenido algunas otras características notables además de su altura, puesto que llevó a las personas a pensar en ellos como seres divinos.

La respuesta nos la da otra civilización antigua que precedió a los Akadios, Asirios, y babilónicos. Esta civilización antigua llamó a su tierra SHU.MER (“La Tierra de los Vigilantes”). Los estudiosos Occidentales han decidido llamarla Sumer, por ser simplemente más fácil de escribir y pronunciar. La civilización Sumeria es la civilización humana conocida más antigua en la Tierra.

Floreció casi de la noche a la mañana alrededor de 3800 A.C. en Mesopotamia, la tierra entre los dos ríos Tigris y Eufrates; y desapareció en 2024 A.C. cuando fue destruida por una nube mortalmente radiactiva traída por los vientos orientales desde la península de Sinai, dónde según algunos archivos antiguos, tuvo lugar una guerra nuclear. Después de transcurridos un par de siglos, necesarios para que disminuyeran los niveles de radiación, Sumer fue seguida por Babilonia, cuyo poder fue desafiado, entonces, por Asiria.

sumeria
Akkad era la extensión norteña de Sumer, y se desarrolló totalmente poco antes la caída de Sumer. La cultura y el idioma evolucionaron a partir de Sumer, y los ilu Akadios, babilónicos, y Asirios también provienen de Sumer. Sin embargo, Los sumerios eran más específicamente descriptivos al referirse a ellos. Ellos los llamaron Anunnaki que en el idioma Sumerio significa “Aquéllos que vinieron del Cielo a la Tierra.” Esto nos da una respuesta clara acerca de quienes eran éstos “los tipos altos”:

No eran alguna casualidad de la naturaleza causada por mutaciones genéticas humanas o de poderosas hormonas de crecimiento, sino por visitantes del espacio exterior.

Como si para convencernos que ellos sabían sobre lo que hablaban, los sumerios antiguos dejaron para nosotros innumerables pinturas de aviones, cohetes, y otros vehículos para volar a través de la atmósfera y del espacio. Las pinturas van acompañadas por descripciones técnicas detalladas de su funcionamiento, así como información astronómica detallada correcta sobre el sistema solar, y todos los nueve planetas conocidos a nosotros hoy en día (el más lejano, que es totalmente invisible sin los poderosos telescopios), asteroides, cometas, y estrellas distantes, incluyendo muchos que no son visibles desde Sumer.

El conocimiento astronómico pasado a nosotros por los sumerios incluye la descripción del décimo planeta del sistema solar que era el planeta-hogar de los Anunnaki. Dado la exactitud del conocimiento Sumerio sobre los nueve planetas, asteroides, cometas, y estrellas distantes que nosotros conocemos, no hay razón para creer que estaban equivocados acerca del décimo planeta del sistema solar.

Los relatos Sumerios de los Anunnaki no dejan duda alguna que estos seres estaban tecnológicamente muy avanzados. Poseían equipo eléctrico y electrónico, incluso tubos electrónicos al vacío, semiconductores, y láser. Eran muy adelantado en sistemas de comunicación de radio, computadoras, robots, avión, cohetes, y satélites artificiales. Tenían plantas de energía nuclear y armas; y estaban comenzando a experimentar con dispositivos de antigravedad (el resultado fueron sus muchas construcciones megalíticas).

También habían avanzado altamente en tecnología biomédica. Claro esto es de esperarse, ya que es necesario tal nivel avanzado de tecnología para los viajes interplanetarios. No es, entonces, de extrañarse que, al descubrir las tablas Sumerias de arcilla a mediados del siglo 19, los hechos descritos en ellas parecían magia, por eso, estos textos fueron etiquetados como mitológicos, y las referencias a los Anunnaki, DIN.GIR, ilu, y otros nombres por los que los visitantes espaciales eran conocidos, se interpretaron como teológicos.

Pero si las escrituras Sumerias eran mitos, ¿Cómo es que han venido a contener detalles correctos sobre ciencias y tecnologías que nosotros hemos recién, con mucho esfuerzo redescubierto sólo muy recientemente, y otros que todavía no hemos conseguido echar a andar hasta el momento?

¿Cómo es que ellos pudieron pintar y describir dispositivos los cuales el dogma conocido no acepta que pudieran haber tenido, como son los tubos electrónicos al vacío electrónicos, aviones, y cohetes?

¿Cómo podrían ellos saber detalles de Urano y Neptuno que nosotros hemos redescubierto recientemente con la misión del Voyager 2?
sumerios

El dogma conocido como historia aceptada no proporciona ninguna respuesta, y ya es tiempo para irlo desechando. En ausencia de evidencia contrario, sería bueno comenzar a creer a los sumerios y lo que ellos dejaron escrito sobre los Anunnaki.

Existe otra razón del porqué se pensaba en los Anunnaki como dioses: ellos fueron nuestros creadores. Según los archivos Sumerios, los Anunnaki aterrizaron primero en la Tierra hace aproximadamente 450.000 años, en un tiempo en que la evolución de la Tierra estaba en el punto de los homínidos. Los Anunnaki vinieron a la Tierra, no para jugar a ser Dios, sino por una razón más práctica: para recolectar minerales para el uso en su planeta-hogar. La dificultad de minar pronto se hizo demasiado duro para ellos, y entonces tuvieron la idea crear un trabajador esclavo.

El gobernante de su planeta-hogar, Anu le dio la orden a su hijo Enki quien trabajaba en la misión de la Tierra como principal científico genético, crear, a través de la ingeniería genética, a un nuevo ser, el obrero- esclavo. Este ser tenía que ser lo suficientemente adelantado como para que pudiese realizar trabajos complejos, es decir, más adelantado que cualquiera de los animales disponibles, pero también menos adelantado que los propios Anunnaki, para que éstos pudieran justificar el no tratar a los nuevos seres como personas morales y poder usarlos como esclavos.

La solución de Enki fue crear un genético híbrido entre los homínidos terrestres y los mismos Anunnaki. Después de muchos experimentos fallidos, recontados en detalle en la épica Sumeria de Atra-Hasis, por fin tuvieron éxito. El resultado fue Homo Sapiens.

Los líderes Anunnaki encontraron que estos nuevos seres llenaban sus expectativas, y los pusieron a trabajar en las minas y en otras partes de sus colonias, que incluyeron la Antigua Mesopotamia. Los primeros hombres trabajaron para sus dioses. La palabra Semítica “avod ” que se interpreta hoy como “el culto”, literalmente significa “trabajan para.” Ése fue el principio de la relación entre hombres y dioses. Los primeros hombres no rindieron culto a sus dioses, ellos trabajaron para ellos.

¿Cómo, entonces evolucionaron los humanos de una raza esclava a una civilización? Esto pasó gracias a Enki. Mientras la asignación de Anu fue crear una raza de esclavos, en su corazón, Enki quiso más. Él quiso jugar a ser Dios, y crear a un ser a su imagen y semejanza, similar a él, no sólo físicamente, sino también mental, intelectual, emocional, y espiritualmente, incluyendo todas las habilidades psíquicas. Y esto fue lo que hizo.

Los otros líderes Anunnaki estaban, al principio enfurecidos y trataron de destruir la creación de Enki. Sucedió que la última edad de hielo estaba por acabar en ese momento, y un gran diluvio barrió la Tierra. Fue un evento completamente natural, pero el líder Anunnaki Enlil decidió usarlo para librarse de la creación de Enki. Enki, sin embargo, frustró su plan salvando a un grupo de humanos guiados por uno que vino a ser conocido como Noé.

La transformación del animal-esclavo en la Persona Moral inteligente y emocional que nosotros llamamos el ser humano se activó por Enki quien concede un regalo de amor a sus criaturas. Esta casualidad se recuenta, con mucha distorsión, como de costumbre, en la Biblia. “La serpiente” (“nahash” en el hebreo original que tiene muchos otros significados) quién sedujo Adán y Eva al “pecado” fue Enki. La “fruta” que ellos “comieron” no fue una manzana, ni cualquier otra fruta física en absoluto. La palabra “la fruta” usada allí tiene un significado sexual.

Adán y Eva no comieron fruta, ellos hicieron el amor. El amor específicamente hecho, en lugar de meramente comprometido en la reproducción. Como todos sabe, la conducta sexual humana es notablemente diferente de eso de cualquier otra especie. Los animales procrean meramente, los humanos hacen el amor. Esta diferencia es el resultado de lo que Señor Enki hizo a una pareja humana ese día en el E.DIN (el nombre Sumerio original del que el Edén Bíblico fue derivado).

Precisamente como Enki predijo y planeó, concediéndoles a los humanos el hacer el amor (“sabiendo” en el lenguaje del Antiguo Cercano Oriente) a los humanos fue un disparador que abrió el potencial espiritual más alto y una de las formas psíquicas de la emoción humana más alta llamado amor. Un hombre y una mujer ya no son animales, son ahora Seres Morales dotados de la capacidad más alta por conocer y amar.

Todo esto fue gracias al Señor Enki, a su hermanastra y compañera de amor ocasional, y compañera, también en la creación del ser humano, la Científico Anunnaki de la Vida, Lady Ninmah, llamada también Mami, por los sumerios, la madre de todos los hombres. La palabra para madre es “mamá”, “mami”, o algo similar en cada idioma en la Tierra.

Mientras inicialmente enfureció a los otros Anunnaki, incluyendo a Enlil, eventualmente aceptaron la hazaña de Enki. Les concedieron a los humanos los elementos esenciales de civilización y les permitieron vivir lado a lado con ellos. Los humanos se repartieron en tres regiones:

Mesopotamia
Egipto
El Valle Indo

Éstas fueron las tres civilizaciones humanas mas antiguas. Los Anunnaki mantuvieron la cuarta región, TIL.MUN, para ellos como su puerto espacial. Esta región lleva, hasta la fecha, el nombre de un líder Anunnaki: nosotros lo llamamos la península de Sinai, pero lleva el nombre de un dios Semítico antiguo, Sin. Sin reinó sobre la región en semi-jubilación mientras su hijo Shamash (o Shemesh, proviniendo de de las palabras de Akadio “shem” y “esh” significando “cohete” y “ fuego”, respectivamente), vistió su uniforme de Águila y un objeto como reloj con alas en cada muñeca (imagen izquierda), comandando los funcionamientos diarios del puerto espacial.

Esto era lo que nuestros antepasados conocieron como sus dioses. Ellos no eran dioses en el sentido religioso, y no existía religión como a tal. Los dioses no eran una cuestión de creencia: las personas vivieron lado a lado con ellos en ciudades construidas por los obreros humanos bajo la dirección de arquitectos e ingenieros Anunnaki. Las personas podían ver y oír a sus dioses, y si eran privilegiados podían hasta tocarlos.

Algunos humanos particularmente privilegiados consiguieron tener sexo con ellos. No había necesidad ciertamente a “creer” en ellos. Los dioses eran para los antiguos como son a nosotros hoy nuestros presidentes, parlamentarios, dictadores, u otras formas de gobierno. Ellos hacen leyes que nos dicen qué hacer, y puede, ya sea gustarnos o bien podemos detestarlos, pero no dudamos de su existencia.

Podemos ver y oír al presidente en la TELEVISIÓN (los Anunnaki tenían ciertamente también radio y televisión), algunas personas consiguen el privilegio de estrechar su mano, e incluso una interna logró intimar con el presidente. Esto es lo que los dioses eran a nuestros antepasados. Los llamados templos eran literalmente casas de dioses, llenas de artefactos tecnológicos como son nuestras casas hoy, y que, ciertamente, parecían mágicos a nuestros antepasados, y siempre que los dioses volaban, siempre usaban avión, no magias o palos de escoba.

La último clarificación que necesitamos hacer sobre los dioses Anunnaki es considerando su inmortalidad. Los antiguos, de hecho, pensaban en sus dioses como inmortales. Sin embargo, no eran inmortales en sentido sobrenatural. Ellos podían morir en un accidente o un a guerra, y la radiación era también mortal para ellos como lo es para nosotros. Cuando la nube radiactiva de la explosión nuclear en la península de Sinai flotó encima de Sumer, los dioses corrieron por sus vidas.

Su llamada inmortalidad era, para nosotros su sumamente largo e indefinido período de vida. Por ejemplo, Enki llevó el primer grupo de Anunnaki que aterrizó hace aproximadamente 450.000 años en la Tierra, y todavía todavía estaba por acá en el año 2024 A.C. después de que Sumer fue envenenada por la radiación, cuando, arriesgando su propia vida Enki atravesó la tierra envenenada en un intento de salvar a las personas que quedaron allí.

El investigador Zecharia Sitchin cree que la duración del período de vida de los Anunnaki era el resultado de cómo evolucionó la vida en su planeta – hogar, el cual completa su órbita alrededor del sol en 3600 años terrestres, lo cual hace que 3600 años terrestres sean apenas un año del suyo. Neil Freer defiende, sin embargo, que los Anunnaki probablemente extendían sus vidas a través de una tecnología biomédica avanzada.

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